Pelémonos.
Pelémonos
el cuerpo,
Pelémonos
la sonrisa.
Que
la piel se relegue al olvido.
Que
la carne se rinda al deseo
y
los siglos se pierdan en la brisa.
Pero
pelémonos.
Pelémonos
en este desierto
y
quitémonos despacio la camisa.
Que
la arena envuelva a la carne.
Que
el espejismo del tiempo refleje
que
para amar (hasta morir) no tengamos prisa.