Durante
el día no nos solemos fijar en las sombras,
aunque
todo proyecta una sombra sobre un algo.
La
sombra de un árbol es proyectada en el suelo
y
se proyectan las sombras de las nubes del cielo.
Se
proyectan también las sombras de las personas
sobre
las paredes de los edificios, al pasar,
y
cuando el sol esté bajo, una alargada sombra proyectarán.
Proyectándose
y proyectándose, las proyectadoras sombras
van
cambiando de forma conforme a la forma del proyector,
dependiendo
de la postura, la altura y la posición del sol.
Durante
la noche nos solemos fijar más en la claridad.
Nos
confundimos por culpa de la oscuridad, como nuestro hidalgo.
Una
farola proyecta luz sobre un banco de la calle
mientras
la luz de la luna hace sombra a todas las farolas.
La
luz, sin la cual no podrías ver de las cosas su profundidad.
La
sombra, la cual a todas las cosas les prometió lealtad.
Luz
y sombras de un rostro cuando existe complicidad.
Cuando
dos personas se besan, las sombras se contraen, se contradicen
porque
se fusionan cuando se juntan las dos narices.
Luces
y sombras bailarán cuando sus labios se geometricen.
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