7 dic 2013

Y una rata!

Ratas, ratas de negras patas, corriendo como ratas...
No tengo nada en contra de las ratas,
tan sólo que negras patas
de rata negra
no.

Persianas.

Persianas que suben, persianas que bajan.
Es la psicofonía de las persianas.
Persianas que personas quieren ser,
pero que en persianas se quedaron.
Cansadas persianas diurnas...
Aburridas persianas nocturnas...
A veces,
paupérrimas y psicópatas (siempre ahí están),
lo que por derecho es suyo claman.
Quasipersianos y persianas,
de todas las edades.
Con embargo, no dejan de vegestorias persianas ser.
Sin embargo de tan ignorables, psicodélicas persianas son.


Vivir significa aprender.

Escalón a escalón tú a ti mismo subirás,
(aunque no es lo mismo bajar que subir),
el techo del cielo verás,
y al verlo querrás oír
el seco eco que de ti quedará atrás.

El árbol de la felicidad.

Sí.
En efecto,
o con azúcar.
Te afecte o no afecte.
La mar sin sal no sería mar,
ni la luna luna sin una bandera clavada.
La sidra sin risa no sería sidra. Sin risa...
El viento sin alma no sería viento. Sin alma...
La felicidad sin mar,
ni luna,
ni sidra,
ni risa,
ni alma,
ni sin airado viento,
no sería felicidad.
Sin felicidad...

16 nov 2013

Pájaros en la cabeza.

No sin antes imaginar qué pasaría si fuese un pájaro,
ni sin imaginar volar como un pájaro,
ni sin imaginar ser un pájaro,
ni sin querer ser un pájaro,
ni sin pájaro en mano.

Siento volando mi mente cual inescrutinable pájaro,
siento planear lo que no planearía como pájaro,
siento el placer de planear como un pájaro,
realmente siento no ser un pájaro.

Hitchcock ya pensó lo que podría pensar un pájaro,
harto de ser discriminado por ser pájaro,
harto de tan sólo tener voz de pájaro.

Pájaro, uno, tan sólo;
tan uno, tan pájaro.






30 oct 2013

Por un segundo.

                                                                                                                         Piensas por un segundo.
                                                                                                                                     Después actúas.
                                                                                                Son palabras ancladas en el silencio,
                                                                                                                    palabras como un beso,
                                                                                                 palabras como la lluvia en la piel.
Escalofríos de la mente, que sin lugar a duda nos estremecen y nos aturden en un segundo  infinito.
   Y un recuerdo le debe al olvido lo que nacer a la vida, nada.
                                       Todo es cuestión de dar el primer paso
                                                y cuando te acostumbras a caminar 
             todo se vuelve automático.
      Horarios matinales...
          Callejas habituales...
               Conversaciones intrascendentales...

La encontraremos, tal vez.

Nunca dejamos de aprender,
 aunque de muchos de nuestros errores casi nunca aprenderemos,
 aprendemos que la vida es así
 y que probablemente no cambiará.
 Pasarán los años y lucharemos por el,
tal vez, 
eco que el viento nos deja,
 ese paso del nunca al casi nunca,
 y de ahí al a menudo, y del a menudo al,
 tal vez, 
casi siempre;
 Casi siempre la misma melodía 
resonando en los inmensos vacíos de la ciega ignorancia,
 aunque siempre cierta,
tal vez,
 la respuesta de un eco
que casi nunca se encuentra.

31 may 2013

Oda al viento

Las ramas del árbol formaban un beso,
un beso en el aire 
sin miedo al destino.
Temía sus miedos que aún escondidos
rompían su alma
con garras de anhelo.
Perfecta la camisa planchada en el armario
corbata y zapatos
de oscuro engaño.
Recogió del viento ese beso impregnado
que después de un tiempo
se volvió silencio.
Silencio en el armario,
en el bosque
y en el camino.
Ese bosque que antaño
guardó sus amoríos.
Rasgado el pecho y sus entrañas 
voló tras las ramas 
que ahora le roban
el más antiguo de todos sus recuerdos.

La gran selva

Siempre a sí misma
 se sirve la selva de savia con rabia
 de los árboles frutales y de los recovecos
 convexos de los troncos retorcidos del suelo,
 que nunca conocidos,
 conocen ahora
 las sinmieles sinuosas pendientes de un hilo.

29 may 2013

Ya verás, ya.

¿Has visto?. Verás...
Si no lo has visto, callarás sin saberlo sabiendo que hubieses podido saber que a sabiendas no lo hubieras visto.
Tendrás que entender que lo entendido es lo que otros no entenderán por querer tener lo ya habido.

Mas sin orden...

Sentía cómo
poco a poco
se dilataban sus pupilas
y veía quizás un poco mejor su desordenada habitación.
Se levantó y se frotó los ojos llorosos
mientras el parqué crujía bajo sus dedos
e incluso después de todo,
sus ojos no se daban cuenta
de que el orden nunca había reinado su casa,
después de todo,
su vida no lo había necesitado.

28 may 2013

Detrás.

Detrás de cada puerta, de cada muro, detrás...
Detrás de cada persona, de cada rumbo, detrás...
Detrás de cada paso, de cada burdo humor, detrás...
Detrás de cada gota, de cada hueso, detrás...
Detrás lo buscó, pero no lo hallaba nunca.
Detrás...
 Urdió los nuevos caminos tras las falsas huellas ahora inexistentes, 
pero que en algún tiempo fueron encontradas. 
Después de todo,
 detrás de un detrás
 siempre hay una palabra retrasada,
 como el uno que se ríe desde su posición más elevada.
Aunque lo extraño de estos casos es que nunca se adelantan,
 pues se pierden en la más infinita de las ignorancias.

...arderá.

Arde.
 Está ardiendo lo que debe arder.
 Y sólo lo que así debe ser, así simplemente será.
 El tiempo marca la pauta.
 Esa misma que no dista mucho de lo que uno cree que bastaría 
para hacer arder lo que debería arder como es debido.
 Arde.
 Y hará que de una vez por todas,
 torne a cenizas
 lo que el tiempo alguna vez emanó.