15 may 2014

Mejor fuera, que la savia va por dentro

Discrepas con la gente que impone su pensamiento,
pero no se lo rebates. Consientes
la dictaduría de su aliento.

¿No es cierto que por educación
(a veces)
callamos lo que gritamos por dentro?

El recurrente silencio (aunque bandera en algún momento)
no impedirá que acates (in/voluntariamente)
la sobresaliente voluntad del viento.

¿No es cierto que por pasividad
(a veces)
detonamos la estructura que equilibra nuestro centro?

A sabiendas, pecó de sabio

De la problemática
de que Dios
de antemano sabía
que el hombre
pecador sería,
nacería
la necesidad de saber
(si el nacer
evidente existencia implica)
si existencia
tras la muerte habría.

S.O.S.

-¡Socórro!. Gritó,
y notó desconfianza.
Increído por su yó,
finalizó con su matanza.
Odio tatuó
y tiró su alianza.
El revólver apuntó
y empezó, en zig zag, la danza.

-¡Justicia!. Pensó,
y deseó venganza.
Su propio Dios le ignoró.
Ignorada su alabanza.
De la bala explotó
la pólvora, de su panza.
Herido murió,
porque la vida no alcanza.

10 may 2014

Ése pasado fué mejor

Fueron mejores tiempos
los de tomates frescos,
con colores vivos
y de científicos exentos.

Depurando aguas fecales
conseguimos beber,
bebemos de nuevo
de la lluvia de anteayer.

Fumamos del aire el humo
de los coches al pasar,
respiramos nuestra muerte
y nos entran ganas de matar.

Matamos la conciencia
con la bomba publicitaria,
deseamos cosas inefables
y calmar ésa absurda intranquilidad.

A veces pensamos cosas
que pensamos sin pensar.
Lo cierto es que todo depende
de si pensar piensa mentira o verdad.

Fuímos, somos y tal vez serémos.

Arrastrando cadenas se tarda en subir,
sin embargo,
llegamos a la cima y,
claramente,
divisamos mejor el entorno.

Caemos pensando en lo torpes que fuimos,
pero,
sabemos por cierto,
evidentemente,
que un tropiezo lo tiene cualquiera.

Pensamos demasiado en el horizonte,
aunque,
(a veces) olvidamos,
inconscientemente,
que lo cercano es más importante.

Quisímos llamarnos humanos a nosotros mismos,
sin embargo,
(a veces) ignoramos
conscientemente
nuestra propia humanidad.

Olvidamos sentirnos los más afortunados
porque
subconscientemente
olvidamos
que realmente lo somos.

9 may 2014

La pieza que no quiso encajar

El púzle estaba incompleto,
faltaba un constituyente.
No se apreciaba el perfecto boceto
sin el último eslabón, ausente.
Cansada de tratar al destino de alteza,
rechazó su título, su rol de princesa.
¿Dónde estaba aquella pieza?
Quizá era el momento de ser traviesa...

Hubo de morder la manzana prohibida,
(árbol sabio, rebuscada expiación)
para ver que su mente siempre estuvo cohibida.
¿No es cierto que, sin culpa, te sientes tentación?
Corrupción nació de aquel fruto,
Alguien sabía lo que iba a pasar,
aquél día vestían los dioses de luto
como el día en que vieron a Yocasta pecar.

Pecando se adquieren principios de coherencia,
(sexuales manzanas del árbol del ser)
las raíces, arterias del alma, trascendencia
las apetencias habidas y por haber.
No es cierto que Eva quiso al demonio despertar,
ni cierto que Adán, tras éso, sintiese deseos de matar.
La pieza que no está, que creemos nubla el razonar,
confiamos que ilumina la senda hacia madurar.

Sin embargo, no es perfecto ni llano nuestro jardín,
hemos de curar bien los esguinces de cerebro.
No nuestros muros impenetrables ni casa de hollín,
que nos lleve la impredictibilidad de las aguas del Ebro.
Ángeles y demonios debatían en el parlamento,
reo y acusado, el individualismo, de alta traición.
Llamas de sumisión concentraban su tormento.
Lluvias de libertad exigían revolución.