Sin
querer a veces las cosas suceden
y
sucede que a veces sin querer se quiere.
Quisiera
el Edipo de aquella tragedia
traer
cuantas menos desgracias posibles.
Los
días que llegan esperan con ansia
llorar
de alegría y reir sin penas.
Soplando
las hojas de otoños pasados,
el
viento, esta vez, promete tornados.