Verde
prado, por verte así ardo.
Arde
la llama bailando al teatro.
Negros
cuervos, vosotros, transigentes,
consentís,
para matar la diferencia, tiranía.
Transparente
el aire, atento, expectante,
no
puede nublar lo que tienes delante.
Blanco
lo puro, no quiso aceptarlo,
así
que a lo puro, lo llamó bastardo.
Amarilla
de enferma la mar se puso,
supuso
que el hombre su cuerpo amaría.
Naranja
es la franja donde el sol renace,
polución
se lo impide y las vacas, mientras, pacen.
Azuladas
aguas de azules manantiales,
de
respirar metales, lloran grises.
Marrón
es la tierra, de toda la vida,
no
sucia, no ajada, no llena de heridas.
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